Sé que podría perderme
—mil veces, tal vez—
en el camino que comprende
desde su pecho hacia su boca,
y de su boca hacia su centro.
Y aún con el miedo al silencio
recorriéndome las pupilas,
o el vacío constante que se acumula
en mi pecho,
no me arrepentiría de nada.
Por ella camino encantado.
—mil veces, tal vez—
en el camino que comprende
desde su pecho hacia su boca,
y de su boca hacia su centro.
Y aún con el miedo al silencio
recorriéndome las pupilas,
o el vacío constante que se acumula
en mi pecho,
no me arrepentiría de nada.
Por ella camino encantado.
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