Y mirarte
una,
dos,
tres veces sin que me notes,
mientras te muerdes el labio
y te conviertes en infinito.
Y yo me convierto en intérprete de tu silencio.
una,
dos,
tres veces sin que me notes,
mientras te muerdes el labio
y te conviertes en infinito.
Y yo me convierto en intérprete de tu silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario